Hola, amigos,
después de haber visto ya todos los partidos en el pabellón de nuestra ciudad que corresponden a la primera vuelta de la primera división nacional de hockey patines, y también después de oir opiniones de gente del público local y visitante, de entrenadores y de jugadores de aquí y de allá, creo que puedo formarme una opinión acerca del tema arbitral y escribir lo que viene a continuación.
Para empezar me gustaría aclarar que esto es una opinión personal y que llevo ya pensando en ello desde hace mucho tiempo y que la hago extensiva para todo el deporte en general.
Antes de comentar nada, creo que todos estaremos de acuerdo en que la labor arbitral es una labor muy complicada y que requiere de mucha preparación, de mucha atención y de mucha concentración, estemos hablando de un deporte u otro, es indiferente. Por todo esto creo que este colectivo tiene el derecho a que se le deje trabajar tranquilo y se merece todo el respeto del mundo.
Y ahora ya puedo entrar en materia. Como en todo problema, y éste no creo que sea diferente, encontramos varios elementos que 'dan forma' a este problema. En este caso en concreto yo aprecio tres elementos: el colectivo arbitral, los cuerpos técnicos y jugadores de los equipos y la gente que va a ver los partidos, es decir, el público.
Primer elemento de la ecuación, los árbitros.
Me gustaría pensar que los árbitros no actúan de manera interesada y que en determinados momentos no arbitran en función de si lo hacen con este equipo o con aquél. Si esto fuera así, ¿qué sentido tendría la competición? No habría competición, ya que casi siempre, por no decir siempre, ganarían los mismos, por lo que el factor esfuerzo de los otros equipos no se vería recompensado, ni tampoco tendría mucha cabida el factor suerte tan presente en el deporte. Eso sí, obviamente los árbitros son humanos también, y como tal, se pueden equivocar. Pero siendo lo más justos posibles, esos errores deberían estar repartidos entre todos los equipos, aunque solo sea por cuestión de probabilidad, ¿no creéis? Y por lo visto, esto no parece ser así, por regla general ...
Por esto mismo quiero pensar que los árbitros que parecen que arbitran de esta forma descrita anteriormente simplemente lo hacen así porque no están bien preparados para arbitrar. Y aquí es donde tienen su parte de culpa. 'Profesionales' malos los hay en todos lados ...
Más elementos que forman parte de todo esto, los entrenadores y los jugadores.
De todos es sabido también que en demasiadas ocasiones a los protagonistas de los partidos (los jugadores) y a los secundarios (cuerpo técnico) se los llevan los demonios con determinadas acciones pitadas justa o injustamente por los árbitros. También parece claro que todos los que hemos estado o están en un equipo que compite, se juegan mucho, y se esfuerzan también mucho y siempre procurarán tirar para sus intereses, y si estimamos que nos ha perjudicado una decisión arbitral nos 'calentamos', y estando en caliente es difícil controlar ciertos impulsos, pero nunca se debería sobrepasar cietos límites, por muy caliente que se esté ... Y no debemos olvidar tampoco que aún jugándose muchas cosas esto no deja de ser un deporte (y más en el ámbito amateur) ...
Teniendo en cuenta que una vez un árbitro ha pitado algo es casi imposible que cambie de decisión, ¿sirven de algo las protestas desmesuradas? Bueno sí, pueden servir para perjudicar a tu equipo por dejarlo con uno menos, o que de alguna manera sí pueda influir en el colegiado en el sentido que ahora sí que 'voy a por ti' (vuelvo a recordar que los árbitros son humanos también)
Está claro que el diálogo educado sí sirve y es aconsejable, se debería poder pedir explicaciones o el porqué de ciertas decisiones. Pero insisto, siempre con buen tono y de forma educada. En este caso los árbitros deberían escuchar y no adoptar posiciones chulescas ni amenazantes, como se ve alguna vez también, por desgracia ...
Tengamos presente que los jugadores son el espejo en el que se miran muchos de nuestros jóvenes ...
Y por último, pero no por ello menos importante, la gente de a pie, el público.
En este punto me gustaría partir de la idea de que en muchas ocasiones hay niños y adolescentes en las gradas viendo los partidos. Pero de la misma manera parece que no estuvieran allí a tenor de las reacciones y actitudes de la gente. ¿Están observando un buen ejemplo de 'sus mayores'? Yo pienso que les estamos dando licencia para que actúen igual que nosotros ...
¿Sería necesaria toda esa agresividad verbal? Parece que si no usamos toda esa agresividad en un espectáculo deportivo, sea cual sea el deporte, no disfrutamos de ese evento. Es como si esta mala verborrea viniera de serie con el partido ...
Durante un partido siempre habrá decisiones que no gusten al público, y serán obviamente las que afecten al equipo local, pero ¿es necesario el insulto?, ¿el desprecio? Creo que hay otras muchas formas de mostrar disconformidad con las decisiones arbitrales sin llegar a lo comentado.
Y llegados a este punto, me gustaría comentar algo puntual de nuestro deporte, de nuestro club y de nuestro entorno. Durante algún partido he llegado a escuchar frases refiriéndose a los árbitros del estilo 'catalán de m...'. De acuerdo que no hay que sacarlas de contexto y que forman parte del calentón provocado por una decisión arbitral, pero recordemos que entre nosotros hay un catalán, y me consta que muy querido ... ¿No suena un poco hipócrita?
También, en cierto partido de los del inicio de temporada, no recuerdo cual, se dio la situación de que cierta mamá, que se encontraba entre el público junto con sus hijos, se tuvo que retirar hacia un lugar apartado en la grada al asistir totalmente estupefacta a la reacción del público ante una cierta decisión de los árbitros. Imaginad cómo tuvo que ser aquéllo para que esta mamá se 'asustara' de esta manera ... Conozco esta situación porque fue la propia mamá la que me lo comentó en ese preciso momento.
A raíz de esto último, me dio que pensar, y desde hace algún tiempo tenía ganas de escribir acerca de ello. Y he aquí el resultado ...
Como resumen me gustaría decir que a los eventos deportivos deberíamos ir para divertirnos, independientemente de si nuestro equipo gana o pierde, esto forma parte del juego. Y es tan importante saber perder como saber ganar. Está claro que a todos nos gusta ganar, pero también hay que saber sobreponerse a las derrotas y a los fracasos. Y esto es lo que creo que deberíamos enseñar a nuestros hijos, peques y jóvenes en general, y que a la postre, también les servirá para su vida cotidiana. No creo que el camino sea enseñarles toda la variedad de insultos a la que estamos acostumbrados para expresar su frustración o para moverse en situaciones adversas. Como se suele decir, hay que estar a las duras y a las maduras, y siempre intentar seguir para adelante.
Todo esto que cuento considero que sería la situación ideal, utópica. Pero ya se sabe que las utopías son ¿imposibles? Aunque deberíamos intentar llegar a ella, o al menos aproximarnos lo máximo posible, no creéis? ;)
Y terminando ... Seguramente me dejo muchas cosas por comentar y de las que me acordaré una vez haya publicado el artículo, pero espero poder provocar con este escrito la reflexión en la gente que quiera leer todo este rollo. De igual forma mi idea no es la ofender a nadie, solo trato de dar mi opinión de algo que he vivido y he visto siempre muy de cerca y desde muchos ángulos (como jugador en el pasado, como entrenador en el pasado y presente y como público).
Saludos